jueves, 20 de febrero de 2020

EN " TIEMPO ARGENTINO", Entrevista a ALEJANDRO GRIMSON, asesor presidencial

Alejandro Grimson: "Prefiero tomarme en serio a Macri diciendo que no quería más deuda"

El antropólogo y asesor presidencial sostiene que hay varios "nunca más" en construcción y apuesta a un consenso amplio sobre el endeudamiento externo. Su mirada sobre el futuro del Frente de Todos.
(Foto: Pedro Pérez)
Por Gimena Fuertes - @gimenafuertes
16 de Febrero de 2020
Alejandro Grimson, doctor en Antropología, investigador y académico, autor de libros masivos como la serie Mitomanías sobre la cultura, y ¿Qué es el peronismo?, es el responsable del programa Argentina Futura, que diseña el equipo de asesores del presidente Alberto Fernández. Afirma que "el futuro es un derecho que debe estar garantizado por el Estado". En diálogo con Tiempo, en su oficina en Casa Rosada, sostiene que el kirchnerismo fue estigmatizado por el gobierno de Mauricio Macri, que hay consensos sobre que "ya no hay vuelta atrás" y que hay varios "nunca más" en construcción.
–¿Se puede decir que su función será la de un intelectual orgánico a este proyecto político?
–Hay una porción grande de la sociedad que se organizó durante el kirchnerismo y siguió durante la época del gobierno de Macri –que nos puso a la defensiva y en movimiento de apoyar todas las luchas–. Hubo una creciente oposición del mundo intelectual político y de las organizaciones sociales. Hay una relación con Santiago Cafiero y Alberto Fernández desde la primera mitad de 2018, cuando se lanzó el Grupo Callao y luego Agenda Argentina, junto a varios otros grupos que aportan ideas sociales, económicas y políticas para un gobierno, y ese gobierno es este.
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–¿Cómo es el paso del mundo de las ideas al mundo de la acción? ¿Cómo se plasma el momento anterior de diseño a las políticas públicas?
–El nuestro es un programa que es sobre el futuro. Vamos a dar una discusión de mediano y largo plazo, con insumos sociales, culturales e intelectuales para hacer debates en todo el país y con invitados internacionales. En esta etapa se trata de construir lineamientos, en algunos casos se puede bajar al terreno de políticas públicas y en otros pueden ser generar insumos para una densidad política que se vaya generando en distintos momentos. La idea es correr el horizonte. Hoy es imprescindible pensar la coyuntura, pero como ya han dicho varios –como el ministro de Economía y el presidente de la Nación–, cuando uno piensa en cómo resolver la coyuntura, está tomando decisiones con una orientación que va a trascender mucho la situación de emergencia. Cualquier situación de crisis cierra horizontes y hace más difícil pensar en el mediano y largo plazo. Por eso es más importante poder ir reinstalando un debate en la conversación que permita construir acuerdos, para saber en qué estamos de acuerdo y qué no, y cómo hacemos para ir construyendo un nuevo contrato social argentino.
–¿Qué componentes tendría que tener ese nuevo contrato social?
–Los ejes que proponemos –y estamos a abiertos a incorporar otros– tienen que ver con las cinco grandes desigualdades de la Argentina, que son la desigualdad territorial del centralismo, las contributivas o de clase, las desigualdades de género o de orientación sexual, las étnicas y raciales, y las desigualdades de edad, tanto como la de los más jóvenes o de los adultos mayores, que siempre son los más golpeados en estas situaciones. Esa conceptualización involucra a un montón de eventos. Tenemos que discutir la relación del trabajo en el futuro en relación con las nuevas tecnologías. Tenemos que discutir el desarrollo productivo y la sustentabilidad medioambiental, tenemos que discutir la integración regional, cuál es el lugar de Argentina en el mundo, porque son una serie de cosas que ya están sucediendo y se van a profundizar.
–Esos cinco ejes que menciona, ¿reemplazan la histórica grieta peronismo-antiperonismo o conviven?
–Hace 74 años Perón ganaba las elecciones, pero el resto del electorado sumaba más del 40% de los votos. Hay un rasgo que ha persistido en todos estos años, que es que cuando ha habido elecciones el peronismo siempre obtuvo una cantidad muy grande de votos. Obviamente que el peronismo se fue transformando como se fueron transformando la sociedad argentina y el mundo. Por eso hay un desafío que es pensar cómo se construye un acuerdo que vaya más allá de las fronteras electorales de 2019. El presidente de la Nación está trabajando en ese sentido y se están incorporando referentes políticos que no estaban dentro del 48% de votos del año pasado. Eso ya lo había señalado Cristina Fernández el 18 de mayo en el anuncio de la fórmula, cuando dijo "no es una alianza para ganar una elección sino para gobernar y por eso el 10 de diciembre se va a seguir ampliando la unidad". No es algo que surgió de la noche a la mañana el 10 de diciembre. Es una enunciación del 18 de mayo sobre cuál es la estrategia política que inscribía que esa sustentabilidad necesitaba seguir creciendo. Porque hay un contraste entre los resultados electorales y quiénes son las personas que salieron ganando en los últimos cuatro años, que fueron muy pocas. Y eso reclama una reflexión sobre cómo se construye la sustentabilidad política del modelo de desarrollo con justicia social, sustentabilidad medioambiental, inclusión, federalismo, soberanía nacional y participación ciudadana y popular. Hay que reflexionar sobre cómo se logra seguir ampliando la unidad, porque más allá de que haya matices al interior de un proyecto nacional, popular, democrático, hay algunas cuestiones en las que creo que muchos argentinos nos podemos poner de acuerdo. ¿Cuáles son los mecanismos para ir construyendo los "nunca más"? Por ejemplo, no podemos volver a una situación de endeudamiento como el que estamos viviendo ahora.

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(Foto: Pedro Pérez)

–¿Cuáles son esos "nunca más"?
–Ese consenso social tuvo un impacto muy grande en el famoso 2x1 de la Corte a los genocidas. La necesidad de partir esos consensos tiene que ver con la necesidad de trascender las situaciones de gobierno. Uno puede tomarse en serio o no la frase del expresidente Macri cuando dijo que él decía que no había que seguir endeudándose porque si no los mercados no le iban a prestar más. Yo prefiero tomarlo en serio. Hay un expresidente que dice que no tenemos que repetir esa situación. ¿Estamos todos de acuerdo ya? ¿Podemos darlo por cerrado? También está presente el nunca más a los sótanos de la democracia, a los servicios en ese rol, nunca más al hambre en la Argentina. Son cosas que pueden parecer muy elementales, pero ahí es donde debemos asumir que hay un dilema. Estamos todos de acuerdo con el nunca más al hambre, pero hay millones de personas con hambre; estamos todos de acuerdo sobre que no haya más endeudamiento, pero hoy sufrimos ese endeudamiento. Metafóricamente es como el patriarcado: nadie lo defiende, no hay hombres que se reivindiquen machistas, pero existe el patriarcado. No se trata sólo de generar acuerdos sociales políticamente correctos en absoluto sino que realmente permitan motorizar la dinámica social y cultural y política, y la dirección de una democracia para siempre en Argentina.
–Pero esos acuerdos, al momento de llevarlos a cabo, se pueden enfrentar a intereses muy poderosos, como sucede con la cuestión ambiental.
–Todos los movimientos populares a lo largo de la historia tuvieron dilemas, lo que hay que hacer es discutirlo con argumento, buscar insumos científicos, estudios de impacto serios e independientes, buscar las opiniones de la sociedad, y evitar que se construyan mitos en un sentido y otro. Hay que analizar cuál es el proyecto productivo que puede contribuir a resolver el problema del hambre. Por un lado, puede haber intereses poderosos, pero además puede haber intereses contradictorios incluso en las grandes mayorías populares, hay que atender esas complejidades, de los dilemas públicos.
–¿La función de este programa también es coordinar con el mundo de las universidades y el mundo científico para que hagan su aporte?
–Vamos a buscar una fuerte inspiración de las universidades, del Ministerio de Ciencia y Tecnología, va a haber una articulación fuertemente interministerial para aprovechar los aportes de nuestras científicas y nuestros especialistas. También vamos convocar a los sectores sociales, culturales y económicos de los distintos sectores de la Argentina. Tenemos que articular entre varios intereses sectoriales y condiciones políticas para saber en qué estamos de acuerdo y cuáles son los grandes debates que necesita la Argentina. Mis posiciones son públicas, pero estoy invitando a que nos sumemos a un debate plural. Soy un funcionario de gobierno y desde este lugar y función voy a convocar a un debate amplio donde podamos discutir la diversidad. El objetivo es tratar de salir de falsos binarismos si hay oposiciones y controversias en las que no nos ponernos de acuerdo que queden en claro, pero que no sean falsos binarismos.
–¿La grieta fue un falso binarismo que se aprovechó electoralmente?
–Por supuesto que hubo episodios donde hubo conflictos de intereses, es evidente, todos los conocemos. Pero en la forma en que se construyó la estigmatización del kirchnerismo por parte del gobierno anterior está muy claro. El 10 de diciembre de 2015 Mauricio Macri dijo que sus tres objetivos eran reducir la pobreza, combatir el narcotráfico y reunificar a los argentinos, después ellos percibieron que como no había un apoyo por la positiva a ese proyecto, lo que le daba cierta capacidad electoral era hacer anti algo. Lo dije en ese momento, dije "eso es perjudicial para la cultura política democrática de la Argentina" porque estaban construyendo estereotipos que obstruyen el debate de ideas. La idea de este programa es discutir ideas sin estereotipos. Si alguien le teme al desacuerdo, le teme a la democracia, más en estas sociedades complejas en las que siempre hay conflicto de intereses. Pero tenemos que sentar bases contundentes que permitan emprender caminos sólidos de desarrollo de justicia social. Yo creo que se pueden establecer los límites dentro de los cuales las controversias se puedan desplegar, no podemos volver a permitir que otro gobierno nos endeude como nos endeudó el gobierno de Macri.
-¿El consenso tiene que incluir la justicia social? Porque hay proyectos políticos que no lo contemplan.
–Vivimos en un mundo donde está valorizado el individualismo y el capital financiero y donde muchas de las ideas están vinculadas al sálvense quien pueda. Este proyecto político interpela a la sociedad argentina diciendo que no es por ahí, tenemos una vida en común, una casa en común, una mesa en común, no puede haber integrantes de esa mesa que queden excluidos. La dictadura militar fue representante de esos intereses, pero muchos de esos intereses no tuvieron capacidad de bloquear la movilización contra el 2x1, porque cuando se asientan cuestiones sobre el sentido común no se pueden desarmar. El 80% de los argentinos defiende el papel del Estado activo en la educación pública, es un gran consenso y sin embargo no sólo uno de todos los proyectos puede garantizar eso, hay mucha más gente que está de acuerdo en que no se destruir la educación púbica.
–¿Cómo explica esta nueva rama de las ciencias sociales que habla sobre futurología?
–Hay una dimensión más académica y de uso de herramientas metodológicas sobre cómo construir escenarios posibles de futuro deseables y en función de eso tomar medidas que favorezcan a la constitución de esos escenarios y no de otros. Saber cómo actuar para prevenir y evitar daños de situaciones en el futuro. Hay otra dimensión que tiene que ver con la participación ciudadana, nuestra convocatoria no es para aquellos que sean especialistas en futuro. Los vamos a convocar para que presenten trabajos y puedan hablarle a la sociedad, pero queremos que haya una fuerte participación ciudadana. Estamos convencidos de que mientras que para el neoliberalismo el futuro es incertidumbre, para un proyecto de justicia social, territorial y simbólica de mayor igualdad, el futuro es un derecho, y ese derecho sólo se puede garantizar si hay un Estado que cuida. Y lo digo recogiendo la bandera del feminismo, la bandera de los cuidados, un Estado que cuide a sus ciudadanas, ciudadanos y ciudadanes. Y ese futuro es fruto de una construcción colectiva, por eso nos interesan todas las conversaciones académicas y técnicas, pero más nos interesa que pueda haber una apropiación del debate sobre el futuro en distintos sectores de la sociedad.
–Pero a los países que sufrimos más necesidades se nos hace más difícil prever, a diferencia de países centrales que tienen proyectos de mediano y largo plazo, porque no están tan atados a la necesidad inmediata.
–Cuando se tienen más debilidades o fragilidades, daños en el tejido económico y social, es más desafiante generar ciertas certidumbres, pero justamente es más necesario.

domingo, 6 de agosto de 2017

TALLER DE HISTORIA ECONÓMICA

http://tallerhistoriaeconomica2016.blogspot.com.ar/2000/01/taller-2017.html


Recomiendo ingresar al Blog del Taller de Historia Económica para poder nutrirse de información valiosa sobre nuestra realidad.

jueves, 27 de julio de 2017

viernes, 10 de febrero de 2017

Argentina: la justicia denuncia que el presidente Macri demandó al Estado previo a la condonación de la deuda de su familia

La Justicia acusa de “mala fe” al Grupo Macri

La fiscal general ante la Cámara Comercial Gabriela Boquín emitió este viernes un nuevo y duro dictamen contra el acuerdo entre el Correo Argentino y el Estado, calificó la conducta de la concursada como “contraria a la buena fe”, al considerar que la sociedad a cargo “posee activos, créditos con expectativa de cobro contra el Estado Nacional, es decir al mismo acreedor al que se le ofrece una forma de pago abusiva”.
La fiscal advirtió que tomó conocimiento de una acción entablada por Correo Argentino contra el Estado en el que se le reclaman daños y perjuicios por falta de pago de distintas inversiones realizadas por la concursada, expediente promovido en junio del año pasado, es decir 15 días antes de la audiencia en la cual el Estado prestó conformidad a la propuesta reformulada por la concursada.
Este nuevo reclamo que tramita en el fuero contencioso no fue denunciado por la concursada, quien según la fiscal “adoptó una conducta contraria a la buena fe procesal al no comunicar ni al tribunal ni a los funcionarios intervinientes el inicio de esta acción que importa un crédito en expectativa mientras se encontraba negociando con el acreedor demandado en ella”.
La fiscal Boquín, dictaminó días atrás que debe rechazarse la propuesta realizada por Correo Argentino S.A. y aceptada por el Estado Nacional, en junio del año pasado, en el marco de un concurso preventivo por ser abusiva.
Para la fiscal, la posición de Correo en el expediente contencioso “convierte aín en más abusiva la propuesta formulada al Estado porque mientras se ofrece pagar a partir de 2018 un interés del 7 por ciento anual reclama al mismo acreedor un interés del 11 por ciento por lo menos hasta el 2009 mas los intereses correspondientes hasta el efectivo pago”. “Mantiene una conducta desleal hacia el acreedor”, remató la fiscal en su dictamen.

Aunque pague, Macri igual gana

Por Ari Lijalad
Mientras el gobierno de Mauricio Macri le perdonaba a su familia 70.000 millones de pesos de deuda con el Estado, ésta demandaba al mismo Estado por 2.365 millones. En este juego de pinzas, los Macri salen ganando y por mucho: mientras el Estado aceptó que paguen 600 millones de pesos de deuda, ahora le reclaman casi cuatro veces más al mismo Estado. Ergo, aún si pagan su deuda, de prosperar esta demanda los Macri terminarán con un saldo positivo de alrededor de 1.700 millones de pesos.
La cronología durante 2016 de esta estrategia, que la fiscal Gabriela Boquín definió como contraria a la buena fe procesal y que a la luz de los hechos, parece coordinada entre el Estado y la familia Macri, es la siguiente:
El 19 de mayo el Estado pidió una audiencia en la causa por la deuda del Correo y “adelantó -según consta en el expediente- que podría prestar conformidad en caso de mejorarse la propuesta”. El 13 de junio Correo Argentino demandó al Estado Nacional por daños y perjuicios, sin poner aún un monto para ahorrarse la tasa de Justicia del 3 por ciento. Quince días más tarde, el 28 de junio, el Estado aceptó la propuesta de Correo Argentino de pagar su deuda con una quita del 98,82 por ciento a 15 años y con un interés del 7 por ciento, lo que da un ahorro para la familia Macri de más de 70.000 millones de pesos, tal como denunció este miércoles en exclusiva Nuestras Voces. El 12 de agosto, los Macri ampliaron su denuncia por daños y perjuicios y establecieron el monto: 1.794 millones por la apropiación de instalaciones de Correo Argentino más 570 millones por otros rubro, como que pagaron de más el canon del correo. Total: 2.365 millones que la familia Macri quiere que el Estado le pague.
Insaciables
Las sumas que pide Correo Argentino al Estado son, según el escrito presentado el 12 de agosto pasado, a valores del 2 de julio de 2009, pero el abogado de los Macri aclara que deben ser actualizados desde su origen y hasta la fecha de pago y también se les tienen que sumar bienes que no se contaron en ese momento. O sea: los 2.365 millones que reclaman los Macri son de mínima.
¿De dónde sale esta cifra y qué le reclama la familia Macri al Estado? Por un lado, una compensación por las inversiones apropiadas por el Estado, según ellos, indebidamente. Esto incluye bienes muebles e inmuebles y las mejoras sobre esos muebles, que engloban en la categoría “Inversiones”. Bajo este concepto reclaman exactamente 1.794.929.993 pesos, y plantean que “esta suma deberá se actualizada hasta la fecha de su efectivo pago, mediante la adición de los intereses correspondientes sobre el capital adeudado”. Es decir, piden para ellos lo que el Gobierno salió a desmentir respecto del cálculo de la deuda con el Estado: los intereses. Más aún: mientras en la propuesta que aceptó el Gobierno los Macri pagarán un 7 por ciento de interés, le reclaman al Estado un 11 por ciento del mismo concepto. “Se procura por medio de este reclamo que, a la luz de lo acordado en el Contrato de Concesión, el Estado Nacional cumpla con su obligación de pagar a Correo Argentino S.A. la compensación pecuniaria correspondiente por la apropiación indiscriminada y generalizada, dispuesta a su favor, de las Inversiones efectuadas por dicha empresa mientras fue Concesionaria del servicio de correo oficial”, demanda la familia Macri.
Por otra parte, aseguran que el Estado les debe exactamente 570.313.666 pesos con 90 centavos por distintos rubros. Hay uno que llama particularmente la atención: según Correo Argentino, no sólo pagó el canon por la concesión sino que lo pagó en exceso. Según la demanda, los Macri pagaron 110.478.064 pesos de más por el canon y los quieren de vuelta. Es más: “ajustados y repotenciados” les da un total de 200.280.628 pesos. El segundo rubro importante que compone esta cifra es el de servicios impagos por parte de organismo públicos, donde reclaman 178.320.827 pesos. Los otros rubros completan la cifra que supera los 570 millones de pesos.
Cara de piedra
La última demanda contra el Estado, la del 12 de agosto, la presentó el presidente de la empresa, Jaime Cibilis Robirosa, patrocinado por los abogados Jaime Kleidermacher y Sebastián Castro Cranwell. Pero el control de Correo Argentino sigue en manos de Sideco, que a su vez es controlada por Socma. Con todas ellas en control de la familia Macri, los demandantes no son más que sus personeros.
En esta demanda, los Macri aseguran que en realidad la empresa Correo Argentino S.A. no funcionó por culpa del Estado. Según su versión, desde que se otorgó la concesión del correo en 1997, fue el Estado el que incumplió los términos del contrato. Dice el abogado en su escrito: “Esta situación llevó a mi mandante a tener que solicitar la apertura -en el año 2001- de su propio concurso preventivo. Se reitera, la gran razón que motivó esta decisión fue -como se ha dicho- el grave daño patrimonial que le impusieron a la sociedad los sucesivos incumplimientos del Estado Nacional”. Es más: unas líneas más adelante, aseguran que “bajo ningún punto de vista, la presentación concursal tuvo su origen, por ejemplo, en la responsabilidad o mala gestión del negocio por parte de su dirección”. Insisten luego con la misma idea: “Este actuar del Estado Nacional -incumplimiento de las obligaciones a su cargo- hizo que la situación contractual perdiera su equilibrio y la gravedad sobreviviente rompiera la ecuación económica y financiera del contrato”. Los empresarios no tienen ninguna responsabilidad si el negocio no funciona: el Estado sí.
Ahora, ¿cuáles son los incumplimientos del Estado que, según los Macri, hicieron que el negocio no funcionara? Primero, dicen textualmente, “el no ejercicio del Poder de Policía comprometido para evitar la proliferación de correos espurios e ilegales”. Es decir que, supuestamente, la existencia de correos truchos puso en riesgo a la familia Macri. Segundo incumplimiento: “La falta de exclusividad en la prestación del servicio de Carta documento”. En otras palabras, empresarios que no quieren competencia sino monopolio y negocio asegurado. Tercero, “la falta de exclusividad en la prestación del servicio postal al Estado Nacional, entre nacionales autónomos, centralizados o descentralizados”. Es decir, el Estado como cliente cautivo. Cuarto, y que define bien la ideología de los Macri empresarios y en el gobierno: “La ausencia de una armonización del régimen laboral y sindical existente”. O sea, flexibilización laboral, en una empresa donde los Macri produjeron miles de despidos. Quinta y última que detallan, supuestamente entre otros incumplimientos: “La falta de cumplimiento de la creación de una cuenta única de pago para la cancelación de la prestación de los servicios postales a todos los entes gubernamentales y descentralizados”.
En síntesis, según la demanda, hay “ausencia de culpa de Correo Argentino SA en su empobrecimiento”. La responsabilidad fue del Estado, no de los Macri.
Estrategias de uno y otro lado del mostrador
En la ampliación de su denuncia contra el Estado de 2016, donde piden 2.365 millones de pesos, los Macri son tajantes al decir que esto no cambia nada respecto de la otra causa donde hicieron la propuesta abusiva del pago de su deuda. Dicen: “Corresponde señalar que esta demanda judicial no puede ni debe ser interpretada como una retracción o cambio de términos de la propuesta de acuerdo formulada por dicha empresa al Estado Nacional en ese proceso, propuesta que fuera aceptada por el Estado Nacional”El 12 de agosto de 2016 la familia Macri ya sabía que el gobierno les aceptó la quita de 70.000 millones de pesos y sin embargo denunciaba al Estado por 2.365 millones planteando que una y otra cosa no tenían relación. A todo esto, en la propia propuesta de pago los Macri especulaban con cobrar este dinero para saldar su deuda. Un circulo virtuoso. O, más bien, un perverso. Al final del cuento, los Macri salían ganando siempre.
Más aún. En su intento de salvataje del presidente, desde el gobierno deslizaron que, tras el acuerdo por su deuda, Correo Argentino podía desistir de otras demandas judiciales. Pero los desmiente la propia demanda de la empresa, donde dice que el acuerdo con el Estado por la deuda “no implicó desistimiento de ningún planteo judicial o administrativo”. Clarito.
Mala fe
Toda esta situación, en la que la familia Macri acuerda por un lado y demanda por el otro, fue tenida en cuenta por la fiscal general Gabriela Boquín, la misma que rechazó el acuerdo que proponía la quita de más de 70.000 millones de pesos de la deuda de Correo Argentino con el Estado. En una nueva presentación ante la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, que tiene que definir si homologa la quita de 70.000 millones de pesos a la familia presidencial, la fiscal Boquín sumó la información sobre esta demanda. La fiscal advirtió que Correo Argentino “adoptó una conducta contraria a la buena fe procesal al no comunicar ni al Tribunal ni a los funcionarios intervinientes el inicio de esta acción”, mientras por el otro lado acordaba la quita de la deuda con el Estado. Y, señala la fiscal, que esta actitud de Correo Argentino de demandar al Estado mientras le perdonan deuda, “convierte en más abusiva aún la propuesta formulada al Estado Nacional”ya que los Macri le quieren pagar al Estado con un interés del 7 por ciento pero quieren que el Estado les pague con uno del 11 por ciento.
La fiscal Boquín advierte: “Si bien no puedo afirmar que los funcionarios involucrados conociesen el expediente en cuestión, no cabe dudas que sí tienen conocimiento del mismo la concursada y sus accionistas”. En criollo: Correo Argentino y la familia Macri no pueden desconocer esta situación. De hecho, no la desconocen: en los balances de Sideco, la empresa controlante de Correo Argentino, anticipan este juego a dos puntas de negociar su deuda con el Estado y además ganarle juicios por la quita de la concesión del correo. Y el agravante actual es que, valga la redundancia, el apellido Macri está en ambos lados de la mesa. Otra vez y al revés. En la quita de deuda, la familia Macri logra que el gobierno de Macri le ahorre dinero; ahora, la familia Macri quiere que el Estado les dé dinero.
Para la fiscal Boquín la situación es clara: “la sociedad (Correo Argentino) posee activos: créditos con expectativa de cobro contra el mismo acreedos al cual se le ofrece una forma de pago abusiva” y “exista una conducta de la concursada (Correo Argentino, de nuevo) que puede ser calificada como de mala fe procesal”.
La demanda recayó en el juzgado Contencioso Administrativo Federal N° 9, cuyo titular es el juez Pablo Cayssials. Y no es la única: además de la demanda de 2016, Correo Argentino tiene al menos 5 causa contra el Estado donde reclama indemnizaciones. La mala fe, parece, no es de ahora.

sábado, 7 de enero de 2017

VEO GENTE PRESA

SANDRA  RUSSO
E Incluso lo que esta semana declaró el gobernador Gerardo Morales, extralimitado por demás, al seguir condenando por su cuenta a Milagro Sala (“Se robó todo, muchachos”) pero sobre todo al agregar que “Cristina Kirchner también debería estar presa”, en una expresión que acapara el desborde institucional en el que estamos hundidos. Morales es el síntoma de Macri. Y el vicegobernador Hackim es el síntoma de Massa. Para un nuevo bipartidismo a los 90, ése es el plan.
Aquella nota de 2015 se llamaba “Vamos para adelante”, un título muy La Nación tratándose de Macri. Hablaba, en aquellos primeros días de gestión, de voltear por decreto la ley de medios. Ya entonces los grandes diarios, que vienen funcionando como folletos gubernamentales, generaban una escisión ficticia en el gobierno, sólo para asignarle a Macri el rol de arbitraje necesario entre presuntos halcones y palomas, y asignarle así el don de mando. En esa materia, y en otras como Papel Prensa o el nombramiento del actual ministro de Hacienda, después fue evidente que el mando lo tenían directamente esos medios.
Según esa nota de principios del gobierno que hoy se empieza a ver como un rey desnudo, unos querían ir más despacio, otros hacerlo todo en los primeros días. “Vamos para adelante ahora”, decía la nota que había dicho Macri, nuevamente envuelto en el recién desempolvado “coraje” neoliberal que consiste en herir o desposeer a mucha gente. Visto ahora el panorama general, se entiende que esa voltereta retórica tributa a la idea de la “valentía necesaria” para tomar decisiones que generarán costos políticos, pero en esa misma nota se colaba el antídoto que vienen usando tanto Macri como Morales al hablar de Milagro.   
Es éste, que en esa nota de 2015 repitieron Miguel de Godoy (“Les debemos respeto a los cuarenta millones de argentinos”), Marcos Peña (“Este es un paso que va en la dirección que la mayoría de la gente quiere”) o, en boca del propio Macri (“A trabajar. Quiero gente presa”). La nota de La Nación del año pasado le asignaba a esa afirmación un poco de seriedad y un poco de ironía. Lo de la ironía puede tomarse como la perenne protección del diario al Presidente actual.   
Cómo puede llamarnos la atención que Morales siga sin advertir el baño de realidad que salió de su propia boca cuando dijo, en referencia a Milagro, “A esa mujer no la voy a liberar”. Cómo puede sorprendernos que Macri diga, con pasmosa caradurez y a la prensa extranjera, “esa mujer está presa porque la mayoría de la gente cree que cometió delitos”. No se trata solamente que estamos ante funcionarios públicos que han llegado para abolir lo público, sino también, y está inscripto en esas mismas frases, de la admisión de esa otra pata del dispositivo totalitario y antirrepublicano en el que se basa el Cambiemos: esa “mayoría de gente” de la que habla Macri y en la que se respalda Morales para aplastar la división de poderes, es la ficción que construyen diariamente los dispositivos mediáticos, desplazando la idea de pueblo por la noción de audiencias.
Todo para ellos es desplazable, porque se han creído que los medios hegemónicos tienen la palabra santa. Se han creído que los medios convencionales concentrados, dominados como nunca antes en la democracia por pautas publicitarias que están en exclusivas manos de Cambiemos, son un Superman semántico que será capaz de hacer héroe al villano, pobre al rico, ñoqui al trabajador, vándalo al que luche, necesario lo innecesario.
Un Poder Judicial intoxicado por intereses políticos, Poderes Ejecutivos operando para abrir causas judiciales a nivel provincial o federal, Tribunales Superiores de Justicia y hasta la Corte Suprema expropiados ya del prestigio del que gozaron durante más de una década, integrados como están hoy o bien por representantes de la UCR o el PRO, o bien por ex abogados de Clarín, constituye apenas una herramienta sucia y desnaturalizada, lo más alejado en décadas de un Poder del Estado indepediente, para perseguir, imputar, procesar y llegado el caso, como en Jujuy, detener a dirigentes opositores.
“La mayoría de la gente” es una abstracción que no encarna finalmente en nadie, una nube que ocupa taxis, ascensores y oficinas. “La mayoría de la gente”, que en diciembre del año pasado podía ser asimilada a una exigua diferencia electoral, en ninguna democracia decide como en un circo romano a quién le sube o le baja el pulgar. Con el correr de los meses y desdibujada además aquella exigua mayoría concreta, “la mayoría de la gente” podrían ser las visitas a TN.com, o los llamados de oyentes a Radio Mitre. Es decir: nada que racionalmente pueda ser invocado como representativo y mucho menos algo con la potestad para decidir sobre nada. Un nicho de opinión pero convertido en “voz general”.  
Sin embargo, aquella frase inicial de Macri, a la que el curso de los acontecimientos le han arrancado cualquier viso de ironía, revela cuál era la estrategia ya pensada y dispuesta para deformar la democracia argentina y convertirla en su propio relato sobre Venezuela. “Quiero gente presa”, en boca de un dirigente populista, hubiese sido un disparador de acusaciones que ni vale la pena imaginar. En boca de Macri, hace un año, y según los diarios dominantes, se trató de la decisión de un hombre de Estado. Ese hombre de Estado, que a lo largo de un año ha posado más en reposeras de descanso que en sillones de trabajo, que no puede retener el nombre del pueblo en el que está, que da conferencias de prensa pero se excusa porque no domina ninguno de los temas álgidos sobre los que es consultado, que ha incumplido una por una todas sus promesas de campaña, que ha reendeudado el país a niveles hasta ahora desconocidos, que ha vetado todas las leyes que le resultaban incómodas, que está entregando a extranjeros amigos suyos las tierras que contienen invalorables recursos naturales, que arma a las policías y las hace instruir para que sofoquen cualquier protesta popular, ése es el mismo presidente que a dos semanas de asumir, y con su plan bajo el brazo, dijo “Quiero gente presa”. No es que lo quiera. Lo necesita. Necesita que nadie compita realmente con él en las próximas elecciones, porque sí necesita seguir ficcionando un Estado de Derecho. Lo que necesita es que nadie compita con él por otro modelo de país. Ni siquiera es Macri el que lo necesita. Son sus verdaderos mandantes.
Podría decirse: dime a quién tiene o quiere Macri preso, y te diré qué país tiene en mente para los argentinos durante las próximas décadas.
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viernes, 30 de diciembre de 2016

LA BRUJA DEL SIGLO XXI

La bruja del siglo XXI
Elizabeth Gómez Alcorta, abogada de Milagro Sala, traza paralelos entre la situación actual de Jujuy y las prácticas del terrorismo de Estado. En su primera condena, por un delito que se comprobó no había cometido, Milagro deberá hacer “tarea social” en Cáritas. Una paradoja que desnuda el disciplinamiento que implica la demonización de la líder de la Tupac. Su defensora considera que está presa por ser mujer, ya que ese es el rasgo “que subvierte todos los órdenes”.
(Imagen: Jose Nicolini)
Cuando Elizabeth Gómez Alcorta decidió asumir la representación de Milagro Sala no se detuvo en posibles costos personales. “Soy una militante del campo popular que trabajo de abogada, no soy una abogada que milita. Los costos los pagamos siempre, o corremos riesgos”, responde después de una semana en la que el diario Clarín la descalificó como “una chica de San Isidro”, como una forma de combatir lo que no se puede refutar en los estrados. Porque Elizabeth, antes de defender a Milagro, pidió copia de las causas y corroboró que estaban armadas. Desde su lectura feminista, la persecución a la líder jujeña tiene reminiscencias medievales: “Milagro es la gran bruja del siglo XXI y hay que quemarla en la hoguera. Para Gerardo Morales es la ofrenda, ofrenda la detención, en términos de lapidación pública”, describe lo que pasa en Jujuy, donde Milagro está cumpliendo un año presa. Cuando la líder de la organización social terminó de declarar en el juicio que le siguen por instigar un escrache contra el gobernador de su provincia, se abrazó con su abogada. A los 44 años, Elizabeth tiene un currículum que incluye haber sido cuadro de honor de su promoción en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, haber representado a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en la causa por el encubrimiento del atentado contra la Amia, y haber sido querellante en distintas causas por delitos de lesa humanidad. Fue subcoordinadora del Programa Verdad y Justicia impulsado por el anterior gobierno nacional. Actualmente, es vicepresidenta del “Movimiento de Profesionales por los Pueblos”. Su vocación es trabajar en derecho indígena pero cuando se le pregunta si a Milagro la persiguen por coya, ella está convencida de que lo determinante es que sea mujer. 
¿Por qué decidiste asumir la representación de Milagro Sala?
–En principio porque me parecía que era una causa paradigmática en la defensa de los derechos humanos en esta época, en la época del macrismo, por decirlo de alguna forma. Algo que yo digo siempre es que a mí me dijeron que las causas estaban armadas, que estaban mal hechas, eso es algo que te dicen, pero yo no acepté el cargo hasta que vi las causas. Cuando me vine a Jujuy, la primera vez, me dieron copia, me las llevé de vuelta a Buenos Aires, vi las causas, y vi que efectivamente lo que decían los compañeros –hasta entonces yo no conocía a los compañeros de la Tupac, los conocí acá en Jujuy una vez que vine a eso–, y me pareció que sí, que había una grave violación, que había que denunciarlo, que había que trabajar fuertemente en otro sentido. 
Toda esta situación jurídica irregular se sustenta sobre una demonización pública de Milagro por corrupción… ¿Cómo se trabaja contra eso?
–Primero, el trabajo es muy fuerte porque es un trabajo jurídico pero con un acompañamiento político que es poner de manifiesto todas las maniobras que se llevaron adelante. Y algo que yo digo y esto para mí es importante, es que si hay alguna denuncia sobre corrupción, no me gusta usar el término de corrupción porque me parece que es maniqueo, pero digamos cuando hay alguna denuncia sobre mal uso de los fondos públicos, yo creo que el estado es donde más tiene que investigar. Yo no digo que no haya que investigar todo… pero lo que me parece que es clave acá es que no se investigan hechos sino que se investiga a Milagro.
Incluso le pusieron una fiscal abocada a ella… 
–Lo que investigan es a Milagro, pero… No se investigan personas en nuestro sistema, sino lo que se investigan son hechos. Por eso yo digo, que investiguen todos los hechos. Cuando vos ves que la plata salía de Nación, iba a las provincias, de las provincias iba a los municipios y de ahí iba a las cooperativas, que Milagro no estaba en ninguna de esas cadenas, ni en Nación, que no firmó nada y no recibió ninguna plata, y la única que está detenida es ella y que no está detenido ninguno de los otros de la cadena, uno empieza a pensar que efectivamente lo que necesitaban era convertirla a ella en el chivo expiatorio. Que investiguen lo que tienen que investigar pero que investiguen bien, que investiguen con las reglas del derecho. 
Porque además, primero la meten presa y después van buscando la forma de mantenerla así...
–Cuando uno ve que la detienen por el acampe, que es una monstruosidad, es monstruoso. Es una detención por un acampe pacífico, te das cuenta de que la necesitaban presa. Ese es el punto, que la necesitaban presa. La detienen por lo único que ella estaba haciendo, que era manifestarse. Cuando se dan cuenta de que era insostenible, la causa por corrupción no se inicia antes, se inicia el día previo a que la detengan... con tantas irregularidades, que uno lo que empieza a pensar es que necesitaban mantenerla presa. Después, que investiguen todo, que investiguen bien, que investiguen todo lo que tengan que investigar, pero no éste mamarracho jurídico, que es lo que te mueve a decir que no puede estar pasando esto.
En la causa que terminó con el veredicto de este miércoles, la acusaron de un escrache en el que no participó...
–La imputaron de una incitación a una manifestación, con un único testigo que fue aportado por Morales. Hay una subversión de las reglas del juego, que realmente a lo largo del año se fue viendo en todo…  Creo que el clímax, realmente el clímax del escándalo, fue el proyecto de ley de consulta (presentado por diputados del Frente Primero Jujuy, que responde a Morales), pero ese es el clímax. Uno viene viendo, en término políticos, cómo intentan hacer las cosas, esto llega a un nivel que es inaudito. Cuando fue la presentación de la consulta, yo estaba trabajando en el alegato, y en un momento pensé: “Soy docente hace 30 años, y con esto no puedo dar más clases, cómo le explico a los alumnos las garantías, el derecho constitucional, las reglas del juego del código penal, cuando diputados presentan esto, que es pre estado, pre constitución, pre 1853”. En serio, tuve angustia, no lo podía creer, porque no me había pasado en todo el año, sentí angustia. En un punto hay que quemar la constitución. Es como rompieron todas las reglas del juego. Esto es Jujuy.
¿Al asumir la defensa, te imaginaste que ibas a tener que pagar costos personales, como la nota publicada por el diario Clarín?
–En el tribunal oral que está llevando adelante el juicio, en una de las jornadas, el juez Mario Marcelo Juárez Almaraz me gritó de una forma escandalosa, pero además me denunciaron penalmente, esto fue en el mes de mayo. Una locura, me denunciaron por usurpación de título.
¿Por usurpación de título?
–Yo me río. La denuncia fue archivada inmediatamente, pero yo además denuncié penalmente a los denunciantes en el Consejo de la Magistratura. Los costos que están pagando todos los abogados del equipo son muy altos. Inicialmente, yo no tenía conciencia, porque en el mes de febrero uno en lo que estaba pensando era en dos causas, una no iba a suponer que la escalada de violencia en Jujuy iba a tener los ribetes que en su momento tuvo ni tampoco podíamos tener idea de que Milagro iba a estar presa un año, que es lo que se va a cumplir en unos días. De todas formas, soy una militante del campo popular que trabajo de abogada, no soy una abogada que milita. Los costos los pagamos siempre, o corremos riesgos. Cuando vamos por un desalojo en Capital, que este año fuimos a varios, y la policía está por reprimir y voy como abogada, ahí hay un costo que estoy dispuesta a pagar. Igual… lo de Jujuy... Digamos... A mí no me amedrenta, no me amedrenta que me denunciaran,  no me amedrenta que me grite el presidente del tribunal, no me amedrenta la nota de Clarín. Creo que cada una de esas acciones habla de Jujuy, del poder político de Jujuy, de los métodos que tiene. Pero sí cada una de las cosas las hacemos saber a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque es importante que se vea al cuadro general. 
Algunos medios hicieron hincapié en el contraste entre Milagro y vos ¿cómo es tu relación con ella?
–La conocí cuando ella ya estaba presa, así que es una relación que fuimos construyendo a lo largo de este año, cada vez que la vine a ver. Al principio yo iba siempre con Luis Paz, que es el abogado, y en determinado momento decidí ir sola a verla, porque no quería mediatizar el vínculo. Y el vínculo se construyó. La verdad que tengo un vínculo personal muy fuerte con Milagro, y creo que ella lo tiene conmigo. No quiero hablar por ella, pero... Como no la conocía antes a Milagro, sabía de su obra, pero no tenía vínculo o relación en particular. Me parece que es una relación muy llana. Ella siempre me dice que soy muy clara. Ella me dice: “Vos nunca me mentís”. Y a mí me parece que eso es muy significativo. Le explico cada uno de los pasos jurídicos a seguir. Soy docente pero además me parece que a Milagro le sirve, le hace bien. Incluso, cuando ella terminó de declarar, yo la abracé. Tengo un vínculo muy fuerte, y ella ha pasado momentos difíciles. Ahí la veo a ella como una mujer, como una madre, como una abuela, porque ella me habla desde ese lugar también, es una abuela que me está contando qué le pasa a un nieto con la Navidad. Yo le puedo hablar de un lugar de una mujer, madre, que tiene un niño chiquito. Le cuento cosas de mi hijo, tengo una relación.  
Este año estuviste además mucho tiempo en Jujuy, ¿cómo te cambió la rutina? 
–Estuve en Jujuy, viajé bastante, pero además estuve en un caso que realmente para mí es muy importante en términos de mi vocación. Representé a Facundo Jones Huala, que es un lonco indígena, de una comunidad mapuche de Esquel. El estado chileno lo quería extraditar con un pedido de pena de 26 años de prisión en Chile. Hicimos un juicio en Esquel con Sonia Ivanoff, que es una colega y amiga, y logramos la primera nulidad en un juicio de extradición en la historia de la Argentina, porque estaba vinculado con tareas de inteligencia ilegal, torturaron para que declarara a un joven mapuche, todo esto lo pudimos demostrar en el juicio. Para mí, que trabajo temas indígenas, y es un tema que me apasiona, que hago por militancia. De hecho, presentamos por correo, mientras yo estaba acá, una petición por este caso a la CIDH. Fue un año intenso. En general,  nunca viajé más de dos días, estoy separada, traté siempre de viajar los días que no me tocaba estar con él. Pobre mi hijo, también, le tocó una madre así, y un padre que también trabaja en casos similares, así que está acostumbrado. 
A partir de tu vasta experiencia en juicios por delito de lesa humanidad, ¿ves una similitud con esta representación de Milagro Sala?
–Sí, enorme. Me invitaron a dar una charla por la noche del apagón, y comparar el caso con el de Milagro, en la Facultad de Filosofía, entonces me detuve a pensar y trabajar en patrones comunes entre los dos casos y vi que hay una cantidad de prácticas terroristas, porque no hay que decirlo de otra manera, en términos del estado con prácticas de terror en los dos casos, salvando todas las diferencias del mundo. Sí, por ejemplo, en términos de la detención para delación, en el caso de Milagro, en cada uno de los casos, se detiene o se presiona a una persona para que declare en contra, y en caso de que no declare en contra, cae en las garras del sistema penal. Así lo demostraron las notas que escribió Alejandra Dandán para PáginaI12 en el caso de Alberto Cardozo. Es muy paradigmático, pero también está el caso Mabel Balconte, en cada una de las causas tenemos una situación así. La aplicación desmedida de la violencia… En abril hubo una serie de allanamientos, hubo 60 allanamientos, pero hubo un día muy particular, que fue el día que se hizo la marcha del 1° de mayo en Capital, que se hicieron 25 allanamientos en el Alto Comedero, con un nivel de violencia, con grupos especiales, de la policía, que además tiene una implicancia que todos los que trabajamos temas de lesa humanidad sabemos, que el terror no cae directamente, no es el único destinatario la familia o la víctima directa, sino que en un barrio, esto tiene una implicancia muy fuerte de generar temor. De hecho, el 11 de junio tuvimos un congreso refundacional de la Tupac y un viejo dirigente, un tipo grande de la Tupac, dijo: “Yo nunca pensé que iba a llegar el día que iba a tener miedo de salir a la calle y ese día llegó”. Y para mí fue muy fuerte escuchar eso en democracia. Que un tipo tenga miedo de salir a la calle a militar. Hoy pasa eso, el que tiene algo de la Tupac es detenido, es demorado, hay casos de violencia institucional al por mayor. La persecución a los abogados, porque a Luis Paz lo detuvieron y está imputado en la causa, los multaron a Paula Álvarez Carreras y a Ariel Ruarte... La persecución a los abogados es prototípico de las prácticas del terrorismo de estado, porque es el modo de dejar indefensas a las víctimas y que nadie reclame por ellas. Hay demasiadas similitudes, sobre todo en esto, en distintas prácticas del estado de hoy de Jujuy al estado terrorista de los 70. 
¿Crees que si Milagro fuera blanca habría el mismo ensañamiento?
–Creo que la principal característica que subvierte todos los órdenes y que es imposible de sostener para el poder político, económico, para el poder fáctico es que ella es mujer, más que coya. Si uno lo piensa, todos los estereotipos de mujer para una sociedad oligárquica, machista, clasista, conservadora como la de Jujuy los desafía Milagro. Que una mujer desafíe al poder en todo sentido: es negra, es pobre, es coya. Tiene todo... No hay un solo estereotipo con el que ella cumpla, es una mujer a la que se ve aguerrida, combativa. Efectivamente, en una charla por el día Contra la violencia hacia las mujeres, el 25 de noviembre, dije que Milagro es la gran bruja del siglo XXI y hay que quemarla en la hoguera. Para Gerardo Morales es la ofrenda, ofrenda la detención, es una ofrenda en términos de lapidación pública. Llevarla, trasladarla, no dejarla hablar, ponerle un bozal, que cada vez que se mueva esté rodeada de 75 policías, fuerzas especiales. Eso es, hay que ofrendársela, hay que ofrendársela ¿a quién?, a esta sociedad que se siente pacificada. Si uno lee la historia de la persecución a las brujas es… Milagro. Para mí es absolutamente reivindicatorio decir que Milagro está presa por ser mujer. No está presa solamente por ser mujer, pero no hay ninguna duda de que es un rasgo que ninguno puede dudar cuando habla de Milagro. 
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